Si bien por su naturaleza, el ser humano era nómade, la creación de herramientas permitió explotar, no se si será del todo correcto este término, la naturaleza para asentarse en un determinado lugar y generar una expansión cultural y social. Ya no era necesario salir a buscar elementos, sino que podían generar estos elementos que eran necesarios para la subsistencia desde un mismo lugar.
El ser humano no cambiaba de lugar, sino que adaptaba el lugar para su propio interés y necesidad.
Es entonces donde la evolución producía revoluciones de cambio y adaptación para el grupo social donde la herramienta tecnológica surgía. Los tiempos de creación, impacto y adaptación eran otros a los actuales. Los tiempos de adaptabilidad y comunicación las nuevas tecnologías eran más prolongados a las velocidades que hoy por hoy nos vemos desafiados.
Gracias a la tecnología creada, generaron nuevos bases para la creación de otras. Y este proceso evolutivo, fue propagándose de manera exponencial a lo largo del tiempo.
Un invento, una idea, una herramienta, un punto disruptivo tecnológico, generaba el espacio de reflexión y la creación del impacto social para que otros seres humanos lo tomaran como punto de partida para crear nuevas tecnologías, nuevas o combinadas, donde necesidades sociales pedían pero no encontraban.