Vamos a tratar de establecer algunos límites conceptuales para enfocarnos en lo que queremos transmitir. En este artículo, cuando hablemos de “sexo” nos referiremos a un concepto restringido, a la actividad sexual donde se interactúa con un partenaire ya se trate de una pareja estable, o de un encuentro ocasional, etc. Pero siempre implicando que también hay un otro, en contraposición con el acto masturbatorio en soledad 🙊, que si bien puede ser placentero, gratificante y satisfactorio, al ser en soledad, excluye la presencia de un otro con quien interactuar.
Nos preguntamos entonces qué tiempo le queda a nuestro CIO para, como humano adulto, llevar adelante una vida sexual placentera y que incluya a otra persona. Y con la cantidad de tiempo dedicado al trabajo, las preguntas se sumaron.
¿Qué pasa con un trabajador que para llegar a su trabajo se toma el tren, el colectivo y el subte, trabaja 9 o 10 horas y vuelve a su hogar? Es probable que también emplee unas 12 horas en su actividad laboral, pero va a resultar difícil encontrar un trabajador apasionado y radiante por tener que llevar esta vida. Lo más probable es que lo haga movido por la necesidad de mantener su estructura familiar o individual. Algo hay de distinto entre estas 12 horas de trabajo.
Estar hiperconectado en esta transición pandémica, no escapa a la normalidad del anterior al 2020. Estar conectado todo el tiempo, desde el trabajo remoto, sin cambios y transiciones donde se movilice nuestro cuerpo, en contacto permanente con dispositivos electrónicos también nos distancia de la relevancia del contacto y relaciones humanas como tales. No solo es el tiempo sino que ahora la cercanía y la humanidad se está desvaneciendo.
¿Qué podría llegar a distinguir a un CIO “apasionado” de su trabajo y a uno que no lo está? ¿Qué podría llegar a distinguir a un CIO “workalcoholic” y a uno que tiene un
balance de su vida social y laboral?
LA RESPUESTA CLAVE 💙 En el caso del CIO apasionado por su trabajo su actividad se encuentra erotizada.
Sin entrar en la teoría de la libido freudiana, dado que es muy compleja y no es el objetivo de este artículo hacer un recorrido por la misma, podemos puntualizar que desde Freud sabemos que el Yo es un gran reservorio de energía pulsional, de libido, que esa energía es sexual en un sentido amplio, y no restringido como mencionamos al comienzo, que puede dirigirse a objetos o a sí mismo y que los objetos o actividades deben ser “cargados” de libido para ser atractivos e interesantes para el sujeto. También sabemos que cuando esto ocurre y el objeto desaparece, esa libido debe ser retirada del objeto, comenzando así un proceso de duelo, hasta que el yo pueda recuperarla para desplazarla a un nuevo objeto.
Cuando el objeto es una persona se va a establecer uno de los tantos vínculos afectivos que conocemos: vínculos parentales, filiales, fraternales, amistosos y amorosos. Pero cuando la libido se dirige a una actividad específica, vamos a suponer que es esa actividad la que se encuentra investida libidinalmente y generando en el sujeto satisfacciones sustitutivas a las que se obtienen de los vínculos personales 💜. Según el caso, pensaremos en una sublimación de la pulsión sexual, en un desplazamiento, en un estancamiento de la libido, etc. También pensaremos qué ha ocurrido en ese sujeto, si ha dirigido esa libido hacia sí mismo de una manera autoerótica o de una manera narcisista, donde toda la actividad apunta a su yo y donde su interés está puesto en sí mismo más que en cualquier objeto externo.
La pregunta sobre si un CIO tiene tiempo suficiente para su vida personal, familiar, amorosa y sexual, nos llevó a un nuevo grupo de preguntas.
No podemos generalizar y armar una categoría descriptiva que incluya a todos los CIO apasionados y enamorados de su carrera, ya que seguramente en el análisis del caso por caso nos vamos a encontrar con vivencias absolutamente distintas. Si tenemos que decir que en la observación general de estos profesionales nos hemos encontrado con una abrumadora mayoría de personas totalmente volcadas a su actividad laboral/profesional y nos surgió la pregunta de qué tiempo les queda para el desarrollo de los vínculos sociales y personales.
Por eso nos permitimos la libertad intelectual de intentar observar este fenómeno desde diversos marcos teóricos, para tratar de enriquecer la observación.